Curas - BEG
Bajo el concepto de cura se entiende el empleo planificado, dirigido por médicos y basado en largas experiencias médicas de remedios y agentes terapéuticos naturales que muchas veces son específicos de un determinado lugar. Una estancia meramente recreativa no es una cura en este sentido. Más bien las curas no deben ser curas de descanso sino de ejercicios, poniendo a la persona que necesite la cura en condiciones para soportar las cargas de la vida cotidiana.
La cura puede ser concedida en forma de una estancia en un hospital de curas o sanatorio o como libre cura terapéutica.
Para realizar una cura se requiere del consentimiento previo de la entidad de indemnización.
La solicitud debe ser dirigida directamente a la entidad de indemnización utilizando el oficial formulario para solicitar una cura.
Los solicitantes en Israel deben presentar su solicitud a través del Office for Personal Compensation from Abroad – OPC – en Tel Aviv. Para ello existe un formulario de solicitud especial que se pone a disposición directamente por el OPC.
El requisito para conceder una cura es que ésta sea necesaria para tratar la dolencia reconocida como consecuencia de la persecución. Ello incluye que la dolencia a tratar ha sido tratada hasta ahora sin éxito o no con el éxito necesario y que el éxito terapéutico pretendido con esta cura no pueda ser obtenido con otros métodos terapéuticos. Por lo tanto, una cura generalmente no se entiende necesaria si hasta ahora la dolencia causada por la persecución no ha sido tratada suficientemente por médicos y especialistas o si el mismo éxito terapéutico podría ser obtenido en un tratamiento médico ambulatorio.
Otra condición necesaria es que el solicitante sea capaz de someterse a una cura. Ello no es el caso, particularmente, cuando existan estados de enfermedad que ponen en cuestión el éxito de la cura (por ejemplo, focos purulentos en dientes o senos paranasales, fenómenos de descompensación en corazón o circulación, tumores malignos, estados de fiebre). Además, el solicitante debe tener una reserva de rendimiento suficiente para soportar las cargas de los viajes de ida y vuelta así como de la estancia y de los mismos tratamientos curativos.
La duración de una cura depende de los principios balneoterapéuticos reconocidos en el país de residencia del solicitante, siendo en la mayoría de los casos de tres semanas. Las curas se efectúan por principio en el país de residencia. Generalmente una cura de repetición puede ser realizada no antes que en el segundo año natural después de la anterior.